lunes, 12 de diciembre de 2016

José Luis de Valero.

La Ley está para que se cumpla y a nadie con un poco de sentido común se le ocurriría cuestionarlo.
Es la Ley la que nos garantiza vivir mejor que en aquél oeste americano donde prevalecía la particular ley del más fuerte.
Desconocerla no nos exime de su cumplimiento porque sería una fácil excusa para no cumplirla.
Fácil es de entender que llamar prevaricador a un juez es un delito de calumnia grave y que hay que perseguir.
Aunque se haga por desagravio a la Guardia Civil a la que debemos que nosotros y nuestros hijos podamos gozar de una mejor seguridad. También los hijos y las hijas de los jueces.
No soy jurista ni tengo la menor idea sobre estos temas, pero:
¡Cuántas personas he conocido en las redes que han sido y siguen siendo calumniadas!
¡Cuántos políticos de la nueva ola han publicado vejaciones sobre otros colectivos!
¡Cuánta gente ha hecho disimuladamente apología del terror!
La cuestión es que no les pasa absolutamente nada porque en esto de las redes sigue habiendo un vacío legal.
Tengo entendido que la Constitución, que está por encima de la Ley que emana de ella deja claro que todos somos iguales.
Entonces, ¿Por qué no se castiga con la misma firmeza a quienes nos calumnian y vejan?
Lo cierto es que un hombre no se lleva setenta años de su vida cumpliendo y respetando la Ley, y de pronto un día se despierta decidido a convertirse en un delincuente.
Señorías, con el debido respeto, a muchos ciudadanos este caso nos huele mal.

José Luis de Valero.

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